El baobab es un árbol de origen africano de enormes proporciones, flores efímeras y frutos con grandes propiedades nutritivas y antioxidantes, ¡también para tu cabello! Cuando se prensan sus semillas se obtiene un aceite muy preciado en cosmética y con el que se desarrollan productos de cuidado para el pelo, la piel y las uñas.
En Ybera Paris empleamos el aceite de baobab en nuestro alisado Black Diva, específico para cabellos rizados con personalidad, ofreciendo una hidratación profunda y una mejor textura.
¿Qué aporta el aceite de baobab a tu cabello?
El aceite de baobab constituye un óptimo nutriente para tu cabello al aportar:
- Vitamina A, de efecto alisador, útil para el mantenimiento de la integridad celular.
- Vitaminas B1/B2, que favorecen la síntesis de la melanina.
- Vitamina B6 (piridoxina), que regulariza las secreciones del sebo del cuero cabelludo.
- Vitamina B4, que estimula la circulación sanguínea en el cuero cabelludo y la raíz.
- Vitamina C, que ayuda en la síntesis del colágeno.
- Vitamina E, que combate la formación de los radicales libres, perjudiciales para el organismo.
- Y ácidos grasos poliinsaturados, que aseguran una óptima hidratación y
protección de los tejidos, combaten el resecamiento de cabellos rizados y ondulados y proporcionan propiedades antioxidantes.
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¿Sabías qué? 4 datos curiosos sobre el baobab
- Al baobab se le conoce como el “árbol mágico” o el “árbol de la vida”. ¡Y no es para menos! Puede vivir miles y miles de años.
- En África está considerado un árbol sagrado y solo el gurú o sabio de la tribu osa subirse a sus ramas para recoger los frutos y las hojas.
- El baobab puede alcanzar los 30 metros de altura y el diámetro de su tronco superar los 11 metros.
- Cuenta la leyenda que los baobabs eran una de las creaciones más bellas de la naturaleza, pero también de las más soberbias. A tanto llegó su arrogancia que fueron castigados y dados la vuelta para crecer al revés, con las raíces hacia el cielo y las flores bajo tierra, lo que explicaría su peculiar fisonomía… Aún así, ¡lucen igual de hermosos!